La discapacidad auditiva también conocida como
sordera es un defecto total o parcial en la percepción auditiva. Si se pierde
esta capacidad de forma parcial se denomina hipoacusia y si se pierde por completo se llama cofosis.
Además puede ser tanto de un oído como de los dos según los casos.
Las personas que sufren esta discapacidad tendrán problemas para oír y se verá afectada
su capacidad de comunicación con la gente que los rodea.
Esta discapacidad se detecta a través de una prueba de audiometría para percibir los problemas de intensidad y frecuencia con la que se detectan los sonidos.
La discapacidad auditiva puede ser un rasgo hereditario, se puede sufrir a consecuencia de un traumatismo, una enfermedad, una larga exposición al ruido o por la ingesta de medicamentos demasiado agresivos para el nervio auditivo.
Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo y/o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labiofacial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos (UCV).
Esta discapacidad se detecta a través de una prueba de audiometría para percibir los problemas de intensidad y frecuencia con la que se detectan los sonidos.
La discapacidad auditiva puede ser un rasgo hereditario, se puede sufrir a consecuencia de un traumatismo, una enfermedad, una larga exposición al ruido o por la ingesta de medicamentos demasiado agresivos para el nervio auditivo.
Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo y/o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labiofacial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos (UCV).
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